29 Countries and Institutions To Shift Public Finance Out Of Fossil Fuels by 2022 / 29 países e instituciones abandonarán la financiación pública de los combustibles fósiles para 2022 (ECO 9, COP26)
10 November 2021
29 countries and institutions, including the United States, Canada, Mali and Costa Rica, have joined a United Kingdom-led commitment to end direct international public finance for unabated coal, oil and gas by the end of 2022 and instead prioritize a clean energy transition. After a wave of commitments to end international coal finance, this is the first international political commitment that also addresses public finance for oil and gas.
Since the initial announcement on November 4th, the initiative has snowballed, with the Netherlands, El Salvador and Germany signing on this week. Together the signatories represent at least US$21.7 billion a year in influential and often preferential public finance for fossil fuels for 2018-2020. This is a massive portion of the $63b a year in known G20 and Multilateral Development Bank (MDB) finance for fossil fuels.
Shifting public finance for energy out of all fossil fuels and into clean energy is an urgent task. The International Energy Agency (IEA) says that to limit global warming to 1.5°C, this year needs to mark the end of new investments in not just coal, but also new oil and gas supply. Yet, G20 and MDB public finance for fossil fuels is currently 2.5 times their support for renewable energy, which averages $26b per year. Public finance for clean energy has stagnated, despite the need for it to grow exponentially to meet climate goals and ensure universal access to clean energy.
The joint statement, which was welcomed by CSOs, unites some of the largest historic providers of public finance for fossil fuels. However, other large financiers have yet to join. Laggards include Japan ($0.9b/yr), Korea ($10.6b/yr), and China ($7.6b/yr), which are the largest providers of international public fossil fuel finance in the G20 and together account for 46% of G20 and MDB finance for fossil fuels. France, Spain, and major MDBs like the World Bank and the European Bank for Reconstruction and Development (EBRD) are also missing.
The combination of big polluters and low-income countries signing the statement challenges the assumption that developing country signatories want or need investments in fossil fuels to achieve their development objectives. Alongside fulfilling their stated goal of “prioriti[zing] support fully towards the clean energy transition”, campaigners remind signatories that the ability of this initiative to support a just and 1.5°C-aligned global energy transition will also hinge on avoiding loopholes allowing for a dash for gas, acting on debt relief, increasing grant-based climate finance, and securing a growing number of signatories to the statement. This welcome and nearly-unprecedented international action on oil and gas must now be combined with big polluters cleaning up their acts at home too. Carbon doesn’t care about borders, so this means signatories like the US, Canada, UK, Germany, the Netherlands, New Zealand, and Italy must take the obvious next steps: end domestic subsidies for fossil fuels and sign up to join the Beyond Oil and Gas Alliance to pursue a managed and just transition away from production.
**** SPANISH ****
29 países e instituciones abandonarán la financiación pública de los combustibles fósiles para 2022
29 países e instituciones, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Malí y Costa Rica, se han sumado a un compromiso liderado por el Reino Unido para poner fin a la financiación pública internacional directa del carbón, el petróleo y el gas para finales de 2022 y priorizar en su lugar una transición energética limpia. Tras una oleada de compromisos para acabar con la financiación internacional del carbón, este es el primer compromiso político internacional que también aborda la financiación pública del petróleo y el gas.
Desde el anuncio inicial del 4 de noviembre, la iniciativa se ha multiplicado, con la firma de los Países Bajos, El Salvador y Alemania esta semana. Juntos, los firmantes representan al menos 21.700 millones de dólares anuales en financiación pública influyente y a menudo preferente para los combustibles fósiles para 2018-2020. Se trata de una enorme porción de los 63.000 millones de dólares anuales que el G20 y el Banco Multilateral de Desarrollo (BMD) destinan a los combustibles fósiles.
Es urgente cambiar la financiación pública de la energía para que deje de utilizar combustibles fósiles y pase a utilizar energías limpias. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que, para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, este año debe marcar el fin de las nuevas inversiones no sólo en carbón, sino también en el suministro de petróleo y gas. Sin embargo, la financiación pública del G20 y de los bancos multilaterales de desarrollo para los combustibles fósiles es actualmente 2,5 veces superior a su apoyo a las energías renovables, que asciende a una media de 26.000 millones de dólares al año. La financiación pública de las energías limpias se ha estancado, a pesar de la necesidad de que crezca exponencialmente para cumplir los objetivos climáticos y garantizar el acceso universal a la energía limpia.
La declaración conjunta, que fue acogida con satisfacción por las OSC, reúne a algunos de los mayores proveedores históricos de financiación pública para los combustibles fósiles. Sin embargo, otros grandes financiadores aún no se han unido. Entre los rezagados se encuentran Japón (900 millones de dólares al año), Corea (10.600 millones de dólares al año) y China (7.600 millones de dólares al año), que son los mayores proveedores de financiación pública internacional para los combustibles fósiles en el G20 y juntos representan el 46% de la financiación del G20 y de los BMD para los combustibles fósiles. También faltan Francia, España y los principales BMD, como el Banco Mundial y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (EBRD).
La combinación de grandes contaminantes y países de bajos ingresos que firman la declaración pone en duda la suposición de que los países en desarrollo firmantes quieren o necesitan inversiones en combustibles fósiles para alcanzar sus objetivos de desarrollo. Además de cumplir con su objetivo declarado de “priorizar el apoyo a la transición hacia la energía limpia”, los activistas recuerdan a los firmantes que la capacidad de esta iniciativa para apoyar una transición energética mundial justa y alineada con los 1,5 °C también dependerá de que se eviten las lagunas jurídicas que permitan una huida hacia el gas, se actúe sobre el alivio de la deuda, se aumente la financiación climática basada en subvenciones y se consiga un número creciente de firmantes de la declaración. Esta acción internacional, bienvenida y casi sin precedentes, sobre el petróleo y el gas debe combinarse ahora con la limpieza de los grandes contaminadores en su propio país. Al carbono no le importan las fronteras, lo que significa que signatarios como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda e Italia deben dar los siguientes pasos obvios: poner fin a las subvenciones nacionales a los combustibles fósiles y unirse a la Alianza Beyond Oil and Gas para llevar a cabo una transición gestionada y justa para abandonar la producción.