The Disappearing And Reappearing Rights Of Indigenous Peoples In Article 6 / La desaparición y reaparición de los derechos de los pueblos indígenas en el artículo 6 (ECO 8, COP26)
9 November 2021
ECO is happy to share this part of our publications with the Indigenous Peoples Caucus(IPO) to help amplify their voice. This article reflects the views of the IPO.
Over the past week and half, Parties have been negotiating the terms of Article 6 and still struggle to agree on human rights language. In our opening statement, the IIPFCC, represented by Taily Terena, called on Parties to ensure that “Article 6 upholds human rights, and specifically, Indigenous Peoples’ Rights, and leads to real emissions reductions.”
However, as we enter into week two, the hangover from COP25 still plagues Article 6, as our rights pop up and disappear on the whim of Parties in a political game of Whack-a-Mole.
Article 6 has direct implications on communities – from land grabs to our rights to consultation and participation. There are growing concerns that without rights safeguards Article 6 would do little to substantially reduce emissions – something that many of our communities simply cannot afford to wait for. We need to ensure that we not only find ways to agree on mechanisms for reducing emissions, but that this happens swiftly and with the guidance of Indigenous Peoples who are already safeguarding 80% of the world’s biodiversity.
As we enter this final leg of COP26 the IIPFCC calls Parties to uphold their existing commitments under the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples (2007). Parties cannot pay lip service to our rights; they must speak up in supporting, and actively putting forward human rights and Indigenous Rights language in Article 6.
It’s not enough to support our rights in theory, or wait for other Parties to bring stronger language to the table. If Parties are not willing to fulfil their obligations and step up to propose this text then our rights will simply end up on the cutting room floor.
Specifically, Parties must ensure that the paragraph 11 of The Paris Agreement preamble, to “respect, promote and consider their respective obligations on human rights, the right to health, the rights of indigenous peoples...” is reiterated and operationalised in 6.2, 6.4 and 6.8. Furthermore, 6.4, 31 (e) must name Indigenous Peoples and comply with international standards including Free, Prior and Informed Consent. Finally, a grievance mechanism in Article 6 must be an independent body.
Our rights are worth repeating.
Without these bare minimums in Article 6, the Rights of Indigenous Peoples continue to be at risk with high emitting Nations and multinational corporations seeing our homelands, our sacred places, and our relatives as nothing more than mechanisms to continue their polluting business as usual.
We should not be expected to be grateful for rights written in Invisible Ink.Parties need to put forward concrete language now, and ensure that Indigenous Rights in Article 6 don’t do another disappearing act.
**** SPANISH ****
La desaparición y reaparición de los derechos de los pueblos indígenas en el artículo 6
Durante la última semana y media, las Partes han estado negociando los términos del Artículo 6 y siguen discutiendo por acordar el lenguaje de los derechos humanos. En nuestra declaración de apertura, el FIPICC, representado por Taily Terena, pidió a las Partes que se aseguraran de que “el Artículo 6 defiende los derechos humanos, y en concreto, los derechos de los pueblos indígenas, y que conduzca a reducciones reales de las emisiones”.
Sin embargo, al entrar en la segunda semana, la resaca de la COP25 sigue afectando al artículo 6, ya que nuestros derechos aparecen y desaparecen según el capricho de las Partes en un juego político de Guacamole.
El artículo 6 tiene implicaciones directas en las comunidades, desde el acaparamiento de tierras hasta nuestros derechos de consulta y participación. Cada vez es mayor la preocupación de que, sin las salvaguardias de los derechos, el artículo 6 haría poco por reducir sustancialmente las emisiones, algo que muchas de nuestras comunidades simplemente no pueden permitirse esperar. Tenemos que asegurarnos de que no sólo encontremos formas de acordar mecanismos para reducir las emisiones, sino que esto ocurra rápidamente y con la orientación de los pueblos indígenas que ya están salvaguardando el 80% de la biodiversidad del mundo.
Al entrar en este tramo final de la COP26, el FIPICC pide a las Partes que mantengan sus compromisos actuales en virtud de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007). Las Partes no pueden hablar de nuestros derechos únicamente de manera ligera; deben hablar en apoyo de los derechos humanos y del lenguaje de los derechos indígenas en el artículo 6, y presentarlos activamente.
No basta con apoyar nuestros derechos en teoría, o esperar a que otras Partes pongan sobre la mesa un lenguaje más fuerte. Si las Partes no están dispuestas a cumplir con sus obligaciones y dar un paso adelante para proponer este texto, nuestros derechos simplemente acabarán en el suelo de la sala de reuniones.
En concreto, las Partes deben asegurarse de que se reitere el párrafo 11 del preámbulo del Acuerdo de París, “respetar, promover y considerar sus respectivas obligaciones en materia de derechos humanos, el derecho a la salud, los derechos de los pueblos indígenas…” y se ponga en práctica en los apartados 6.2, 6.4 y 6.8. Además, el 6.4, 31 (e) debe nombrar a los pueblos indígenas y cumplir con las normas internacionales, incluido el consentimiento libre, previo e informado. Por último, el mecanismo de reclamación del artículo 6 debe ser un organismo independiente.
Vale la pena repetir nuestros derechos.
Sin estos mínimos en el artículo 6, los derechos de los Pueblos Indígenas siguen estando en riesgo con las naciones altamente emisoras y las corporaciones multinacionales que ven nuestras tierras natales, nuestros lugares sagrados y nuestros parientes como nada más que mecanismos para continuar su negocio contaminante como de costumbre.
No se debe esperar que agradezcamos derechos escritos con tinta invisible.
Las partes deben presentar un lenguaje concreto ahora, y garantizar que los derechos indígenas del artículo 6 no hagan otro acto de desaparición.